Texto y fotos: Acatlán en línea
Como una auténtica aventura de película, así describen su historia los jóvenes que se habían extraviado en la ciudad de Oaxaca; los cuales aparecieron en las primeras horas del ayer, para tranquilidad de sus padres.
¿Qué fue lo que realmente pasó?
Los jóvenes explican que asistieron a la ciudad de Oaxaca a presenciar la Guelaguetza, pues fueron invitados por el señor Rosario Cerón, quien los apoyó con la cantidad de $200.
Ya en la ciudad de Oaxaca presenciaron el evento y después salieron a caminar, pero por la dimensión y por desconocer de la ciudad se perdieron y no supieron cómo regresar; comentan que anduvieron deambulando por todo el centro de Oaxaca por más de dos horas sin lograr encontrar a sus compañeros.
Después de tanto caminar, decidieron tomar un autobús a la ciudad de Tehuacán para poder acercarse a Orizaba, pero éstos se durmieron y fueron a parar a la ciudad de México. Comentan que en su desesperación y falta de dinero, sólo tenían la esperanza de llegar caminando a la ciudad de Puebla para después pedir un "aventón", y así fue, caminaron por más de tres horas emprendiendo su viaje por la calzada Ignacio Zaragoza hasta llegar a una caseta de vigilancia, en la cual se quedaron a dormir y a comer unas manzanas que se habían robado en las afueras del Distrito Federal. Después de dormir en la caseta de vigilancia, reiniciaron su viaje hasta los principios del estado de Puebla, dónde una persona les dio un "aventón" hasta la ciudad de Orizaba y allí emprendieron una caminata más, de Orizaba hasta llegar a Córdoba, por lo que su ilusión de regresar a sus casas se hacía más grande a pesar del cansancio y del poco dinero.
Al llegar a Córdoba, los jóvenes se fueron a la central de autobuses y tomaron un autobús, pero el dinero no les alcanzaba para llegar a la Zona Urbana, de donde son originarios, por lo que le pidieron al chofer del autobús les diera un "aventón de Omealca a la Zona Urbana, y el chofer al oír su historia, aceptó amablemente y así fue que llegaron a sus casas en dónde recibieron los regaños más fuertes de sus vidas por parte de sus padres y familiares.
Y así es como estos jóvenes narran su aventura, quizá la más grande que hayan tenido en su corta vida.
Datos de la odisea
II Los jóvenes regresaron con sus pies muy lastimados y llenos de ampollas por tanto caminar.
II Además cuentan, que en su desesperación, a uno de ellos se le ocurrió la idea de abordar un taxi en Córdoba y pedirle que los llevara a la desviación Omealca y ahí golpear al conductor, pero los otros dos se opusieron.
II Los nombres son: Daniel Alvarado Oltehua, Raymundo Cabrera Domínguez y Eduardo Espinoza (en orden de aparición).
jueves, 26 de julio de 2007
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